La Dra. Cristina Martín nos explica en qué consiste este procedimiento.
Es la introducción de catéteres en el cuerpo, habitualmente a través de vasos sanguíneos que circulan por el brazo o por la ingle. Estos catéteres se introducen hasta llegar al corazón para valorar su anatomía y estudiar su funcionamiento, así como de las arterias coronarias, responsables del riego sanguíneo del corazón (en este último caso, el procedimiento se denomina coronariografía).
¿En qué casos está indicado?
Se indica cuando es preciso realizar un diagnóstico o tratamiento cardiaco, como en los siguientes escenarios:
Sospecha de angina de pecho o infarto de miocardio, buscando estrechamientos u oclusiones en las arterias coronarias como posible causa.
Estudio y reparación de defectos congénitos.
Reemplazo o reparación de las válvulas cardiacas.
¿Cómo se realiza?
Este tipo de procedimiento se realiza en un quirófano que se denomina sala de hemodinámica. Se realiza accediendo a través de los vasos sanguíneos de la muñeca o de la ingle, dependiendo del tipo de procedimiento y de las características del paciente. Se desinfecta la zona con antisépticos y se inyecta anestesia local con el fin de evitar molestias con la introducción de los catéteres. Una vez conseguido el acceso al torrente sanguíneo, se avanzan los catéteres hasta el corazón, guiados con control mediante un aparato de rayos X. Además, se suelen utilizar contrastes yodados, que permite la visualización de los vasos sanguíneos y del corazón, al resaltar bajo los rayos X (si se tienen alergias previas a los contrastes yodados, se debe indicar al personal médico responsable). Una vez finalizado el procedimiento, se retiran los catéteres y se cierra el punto de punción mediante compresión o mediante dispositivos especiales que lo ocluyen de forma interna.