Prueba de esfuerzo
Prueba de esfuerzo

Es una prueba en la que se somete al paciente a un nivel de esfuerzo físico progresivo para analizar la respuesta cardíaca al mismo. El paciente realiza un esfuerzo físico graduado y programado cardiológicamente hasta que un síntoma (como cansancio, fatiga muscular de las piernas, opresión o dolor torácico, etc.) sugiere interrumpir la misma. La mayoría de las veces la prueba es detenida por superar el 85 o el 100% de una frecuencia cardíaca previamente calculada para cada paciente según su edad y condición.

Permite valorar las alteraciones en el electrocardiograma que puedan producirse cuando exista un estrechamiento en las arterias coronarias que dificulta que pueden aportar la cantidad de oxígeno que requiere el corazón durante el esfuerzo, lógicamente mayor en que reposo (isquemia). También es útil para detectar alteraciones del ritmo cardíaco y valorar la respuesta de la presión arterial con el esfuerzo. En general, es muy útil para analizar las molestias que pueden presentarse durante el esfuerzo.

No siempre puede realizarse durante la consulta, sino que hay que realizarla de forma programada, en un día y hora especificados.