La Dra. Cristina Martín, cardióloga de nuestra clínica,  no explica por qué la obesidad es un factor de riesgo en la salud cardiovascular.

sLa obesidad se ha establecido como un factor de riesgo a tener en cuenta, dado el aumento de su prevalencia en las últimas décadas. En algunos países del mundo, se alcanzan cifras alarmantes que superan el 50% de la población, siendo aproximadamente la prevalencia en Europa de un 20%. Se define, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), como sobrepeso aquel que alcanza un índice de masa corporal (IMC) mayor o igual a 25 kg/m2, considerando obesidad a partir de un IMC de 30kg/m2. También se ha de medir el perímetro abdominal, siendo consideradas cifras de riesgo a partir de >102 cm en hombres y >88 cm en mujeres. En la población general, sobre todo en aquellos pacientes con obesidad severa, se ha relacionado con un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular y de mortalidad. Sin embargo, es importante señalar que no todos los pacientes con obesidad presentan las mismas características o el mismo riesgo cardiovascular (a tener en cuenta por ejemplo en los pacientes obesos pero metabólicamente sanos).
La obesidad aumenta el riesgo de padecer diabetes, hipertensión o hipercolesterolemia, con un aumento del riesgo de enfermedad coronaria o arritmias cardiacas. Se produce resistencia a la insulina e inflamación sistémica. En el corazón, en concreto, también se inducen cambios como la hipertrofia ventricular izquierda (aumento del grosor del músculo cardiaco).
Que patologías pueden afectar a la población obesa
La obesidad se ha asociado a múltiples enfermedades entre las que se encuentran:
– Enfermedades cardiovasculares (enfermedades del corazón, ictus, etc).
– Diabetes.
– Enfermedades osteomusculares (osteoartritis).
– Algunos tipos de tumores (endometriales, mama, próstata, hígado, riñón, colon…)
En qué momento debemos visitar al cardiólogo
En todos los pacientes se debe realizar un despistaje de factores de riesgo cardiovascular, que se puede efectuar aprovechando una consulta por otro motivo o de forma sistemática en aquellos pacientes con historia familiar de enfermedad cardiovascular, diabéticos, y sobre todo a partir de los 40 años.
Que otros factores de riesgo tenemos que tener en cuenta

En general, en cualquier persona aparentemente sana, se debe realizar una búsqueda de hipertensión arterial, diabetes e hipercolesterolemia; iniciar una actividad física saludable, evitar la toma de alcohol excesiva y favorecer el abandono de tabaco. Todos estos factores de riesgo no controlados, sumados a un problema de obesidad, pueden fomentar la aparición de enfermedades a largo plazo que podrían haber sido prevenidas.