Los desfibriladores automáticos implantables (DAI) son dispositivos que cuidan la salud de los pacientes con alto riesgo de padecer arritmias cardiacas potencialmente mortales.

Este aparato es capaz de detectar taquicardias y fibrilaciones ventriculares que son arritmias en las que el corazón tiene contracciones demasiado rápidas que no permiten el bombeo de la sangre, sin contracciones efectivas. Este tipo de arritmias pueden provocar un paro cardiaco en cuestión de minutos, y es una de las causas más comunes de muerte súbita cardíaca.

Este dispositivo es capaz de detectar estas arritmias y provocar mediante una descarga eléctrica la desfibrilación, que interrumpe la taquicardia, lo que permite que el corazón reinicie su actividad a un ritmo normal.

Las personas que no tienen un DAI se pueden desfibrilar desde el exterior en caso de emergencia, cuando se identifica una parada cardiaca por arritmia desfibrilable, cosa que el DAI hace de forma automática en los pacientes con alto riesgo de taquicardia ventricular o fibrilación, por lo que supone la mejor protección contra estos trastornos que amenazan la vida.

Este dispositivo funciona durante todo el día para detectar automáticamente irregularidades en los latidos del corazón y ofrecer el tratamiento adecuado.

¿En qué casos está indicado su implantación?

No todos los pacientes con enfermedades cardiacas tienen indicación de implantar un desfibrilador automático, solo aquellos con enfermedades cardiacas graves, que potencialmente tienen mas posibilidades de sufrir arritmias cardiacas son los candidatos.

Pacientes que han presentado muerte súbita, o parada cardiaca por alguna de estas arritmias tienen indicación de implante de DAI (prevención secundaria).

También, pacientes con antecedentes de infarto de miocardio o miocardiopatía dilatada que presentan mala función ventricular y que no han sufrido ninguna parada cardiaca, pero que tienen alto riesgo de sufrir alguna arritmia cardiaca peligrosa (prevención primaria) serían candidatos.

Por último, pacientes con alguna enfermedad cardiaca genética, como podría ser la miocardiopatía hipertrófica, cumpliendo una serie de requisitos podrían necesitar este dispositivo.